El Puas Espejel
Obseso del Post
"El mundo es un lugar difícil y a veces te deja afuera". Así reza el eslogan de una cortinilla de un podcast en español, haciendo alusión a ciertas situaciones que nos ocurren en la vida, independientemente de las circunstancias en que has nacido. Esta es una de las verdades incomprensibles de la vida.
Desafortunadamente, el ser humano del siglo XXI, en su afán (o manía) de ser incluyente, ignora por completo el epígrafe y termina desatando controversias que, en lugar incluir a alguien diferente a fines de la coexistencia humana, desencadenan sufrimiento para incluyentes, incluidos y excluidos.
Tal es el caso de la boxeadora argelina Imani Khelif, una mujer diagnosticada con hiperandrogenismo, es decir, su cuerpo genera andrógenos (la hormona que generan los hombres) a pesar de ser mujer.
Y en un intento por hacer un mundo incluyente, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió incluirla en el roster de competidores.
A partir de su pelea con la italiana, Angela Carinni, el escándalo se dio a relucir. Las opiniones y burlas en redes no se dieron a esperar, desde analistas deportivos, deportistas, J.K. Rowling (nunca falta en la trifulca), los millennials haciendo referencias de South Park y de Dragon Ball Z con el clásico Spopovich VS Videl, y hasta colectivos feminazis justificando la sexualidad de Imani.
Al final entre la controversia, la pugil italiana terminó devastada (más sentimental que físicamente) y avergonzada a pesar de recibir medalla de consolación mientras que la argelina fue descalificada por altos niveles de testosterona. Y esta controversia se hubiera evitado si se hubiera hecho énfasis en las especificaciones de los controles hormonales de los competidores.
Ahora, tomemos el contexto de la inclusión. Por expectativas, todos queremos ser incluidos en uno sociedad ¿Quién no? Sin embargo, hay circunstancias, situaciones, misterios, y realidades que van más allá de los deseos humanos. Y es lamentable aferrarnos a que nuestros deseos se amolden a la realidad. Lo estamos viendo en los intentos de las amiguempresas para ser incluyente. La inclusión no es más que una expectativa necia con la que se desea entrar en la realidad, cuando realmente la realidad supera a las expectativas. Y el hecho de querer incluir a los demás por el hecho de querer cambiar al mundo o de quedar bien con él, sólo provocará sufrimiento, tal como lo hizo con Khelif, con Carinni y con el mundo del boxeo . Como lo expliqué al inicio de la entrada: "El mundo es un lugar difícil y a veces te... nos deja afuera."
¿Qué opinas, comunidad CS?
Gracias por permitirme opinar. Sabía que lo necesitaba. No olvides dar tu comentario y opinar acerca del problema. Eso me ayudará mucho.
Desafortunadamente, el ser humano del siglo XXI, en su afán (o manía) de ser incluyente, ignora por completo el epígrafe y termina desatando controversias que, en lugar incluir a alguien diferente a fines de la coexistencia humana, desencadenan sufrimiento para incluyentes, incluidos y excluidos.
Tal es el caso de la boxeadora argelina Imani Khelif, una mujer diagnosticada con hiperandrogenismo, es decir, su cuerpo genera andrógenos (la hormona que generan los hombres) a pesar de ser mujer.
Y en un intento por hacer un mundo incluyente, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió incluirla en el roster de competidores.
A partir de su pelea con la italiana, Angela Carinni, el escándalo se dio a relucir. Las opiniones y burlas en redes no se dieron a esperar, desde analistas deportivos, deportistas, J.K. Rowling (nunca falta en la trifulca), los millennials haciendo referencias de South Park y de Dragon Ball Z con el clásico Spopovich VS Videl, y hasta colectivos feminazis justificando la sexualidad de Imani.
Al final entre la controversia, la pugil italiana terminó devastada (más sentimental que físicamente) y avergonzada a pesar de recibir medalla de consolación mientras que la argelina fue descalificada por altos niveles de testosterona. Y esta controversia se hubiera evitado si se hubiera hecho énfasis en las especificaciones de los controles hormonales de los competidores.
Ahora, tomemos el contexto de la inclusión. Por expectativas, todos queremos ser incluidos en uno sociedad ¿Quién no? Sin embargo, hay circunstancias, situaciones, misterios, y realidades que van más allá de los deseos humanos. Y es lamentable aferrarnos a que nuestros deseos se amolden a la realidad. Lo estamos viendo en los intentos de las amiguempresas para ser incluyente. La inclusión no es más que una expectativa necia con la que se desea entrar en la realidad, cuando realmente la realidad supera a las expectativas. Y el hecho de querer incluir a los demás por el hecho de querer cambiar al mundo o de quedar bien con él, sólo provocará sufrimiento, tal como lo hizo con Khelif, con Carinni y con el mundo del boxeo . Como lo expliqué al inicio de la entrada: "El mundo es un lugar difícil y a veces te... nos deja afuera."
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